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martes, 15 de julio de 2014

VIAJE A LONDRES




Hacia muchos años que no estaba en Londres, tal vez 10 años y me encantó volver. Vimos una ciudad activa y multirracial. Los ingleses siguen siendo tan educados y están muy acostumbrados a recibir extranjeros; por lo que te acogen muy bien, y más cuando tienen a tantos españoles trabajando en su país. Nos encontramos con mucha gente joven que trabajaba en restaurantes, tiendas y hoteles. Todos han salido de España para buscar formación y trabajo, eso nos ha hecho  el viaje muy agradable, aunque también nos ha recordado la parte negativa de todo ello.

 Nos alojamos en el Hotel Melia White House, en Albany Street, Regents Park y conseguimos un descuento a través de la tarjeta Melia. Obtuvimos un 15% de descuento adicional llamando al teléfono 902103986. El hotel es muy agradable, las habitaciones tienen los cuartos de baño reformados y si coges el nivel Level aunque pagas un poco más, tienes una sala abierta todo el día con bebidas, té, dulce y algo de salado; además de bebidas alcohólicas que te permite tomar algún tentempié después de las largas caminatas. El desayuno en el Level es muy agradable con jamón del nuestro, tortillas hechas al momento y repostería casera.

El primer día llegamos al mediodía, era tarde y como ya no nos daban de comer en ningún sitio pasamos por la planta Level y tomamos algo antes de salir corriendo a patear la ciudad que era lo que nos apetecía. Así que bajamos por New Portland Street para llegar a Oxford Street y en la misma esquina nos encontramos con la tienda Urban Outfitters, compramos unos cacaos en forma de bola y revolvimos todas las camisetas y vestiditos que tenían. Lo mismo hicimos en Forever 21 una macro tienda tipo Berska, aunque no nos compramos nada.
Enfrente teníamos la tienda Uniqlo que tiene unos plumíferos que vuelven locas a las japonesas, compramos una chaqueta para mí y un chaleco para Carlos, son muy prácticos pues se doblan y reducen hasta meterlos en una bolsita ideal para ir de viaje y ponerla en el bolso. Uniqlo va a abrir tienda en Barcelona en otoño en Plaza Cataluña, con lo que ya no será necesario ir a Londres ni Nueva York para comprarlos.
Seguimos bajando por Oxford Street y paseamos por la calle entrando en Banana Republic, J.Crew, Gap..en todas, el pobre Carlos estaba un poco harto pero… ¡aguanto como un hombre!
Seguimos en nuestro entrar y salir de tiendas frenético hasta llegar a Victoria’s Secret, en el 111 de New Bond Street. La tienda es un espectáculo, de luces, de artículos, las dependientas de todas las nacionalidades son super amables y saben un montón. Yo misma pude comprobarlo cuando después de dar varias vueltas por toda la tienda decidí comprarme un conjunto de ropa interior, y me  dirigí a una dependienta árabe pidiéndole la que yo creía que era mi talla y ella con una sonrisa me dijo que si podía medirme para comprobar mi talla, …ah y cual sería mi sorpresa me indico una talla distinta, yo no sabía que hacer pero no tenía ganas de probarme así que le hice caso para no llevarle la contraria pero con la seguridad de que al día siguiente tendría que ir otra vez a cambiarla. Pues NO, la talla perfecta y el conjunto ideal.. La tienda tiene la parte de abajo para jovencitas bajo la marca PINK..valen la pena las sudaderas y camisetas.
Luego volvimos y de camino al hotel ya cansados cenamos en un italiano, Sergio en 84  Great Titchfield Street, tomamos unas pizzas y disfrutamos de la cena y del paseo posterior andando al hotel.

Al día siguiente nos levantamos y tras un opíparo desayuno, cogimos el metro hasta Waterloo para ir al LONDON EYE. Habíamos sacado las entradas por internet y aunque estaba lleno de gente la cola está muy bie organizada y va rápida. Las vistas son espectaculares. Merece la pena. De allí cogimos el metro para ir al mercadillo de Camden Town, no tuvimos suerte porque nos llovió mucho y nos tuvimos que refugiar en una típica taberna inglesa, Candem Eye en 2 Kentish Town Road y tomamos fish and chips y onion rings..y me gusto mucho, estaba mejor de lo que yo me esperaba, o tal vez teníamos hambre. Y claro, bebimos unas cervezas grandísimas, con lo que Carlos disfrutó bastante.
Por la tarde del mismo día fuimos al mercadillo de Portobello en Notting Hill, paseamos por los puestos tan curiosos en los que tienen de todo, desde antigüedades hasta comida y ropa usada. Pasamos por la casa que salía en la película Notting Hill y nos hicimos fotos como miles de turistas. Bueno la primera foto en la que pensábamos que era la puerta aunque luego la auténtica estaba en ptra calle en el número 280 al lado de una peluquería, y tuvimos que repetir la operación.
Allí descubrí una tienda All Saints, en Westbourne Grove, de ropa inglesa muy estilosa y que estaba al 50%, me compre un vestidito muy mono y luego resulto que la misma tienda esta por toda la ciudad pero no les quedaban tantas cosas como en la que yo compré. Más tarde volvimos a Oxford Street para buscar artículos de deporte en Lillywaites en Picadilly Circus.
De vuelta al hotel antes de entrar en el metro nos encontramos con la tienda del famoso cocinero inglés Jamie Oliver, en el 92-94 de Notting Hill Gate y Carlos disfrutó con sus artículos de cocina, libros y cacerolas. Es una tienda con una barra donde puedes tomar algo en un ambiente agradable.
Ya estábamos muertos así que pensamos volver al hotel para luego ir a cenar al restaurante asiático  Yauatcha en 15 Broadwick Street. El restaurante destaca por su gran variedad de dim sum ¡el mejor que yo he probado! Lo tomamos junto con un vino de Nueva Zelanda y nos relajamos de una jornada intensa.

Al día siguiente salimos por la mañana del hotel en dirección a Oxford Street y pasamos por Marylebone High Street y en el nº 92 encontramos la tienda Fresh de pintalabios, cacaos, cremas, velas ..es una parada digna de realizar. A continuación pasamos por los grandes almacenes de Seldfridges, donde tienen de todo.
Por la tarde paseamos por Oxford Street y entramos en los grandes almacenes Liberty en los que compré pinturas de Trish McEvoy. Sus polvos, sombras y coloretes son buenísimos y si haces una primera inversión comprando la caja puedes luego reponerlos  y conservar cómodamente la caja.
También entramos en la tienda Pylones en 28 Carnaby Street que tiene artículos para la casa, fundas de móvil y miles de cacharritos.
Sobre las ocho de la tarde paramos para cenar en un pub típico inglés al lado de los almacenes de Liberty, en 34 Kingly Street, Clachan , en la planta baja tiene para tomar cervezas y el restaurante está en el primer piso. Tomamos un fish and chips, cervezas y gin tonics. También tenían buena pinta las hamburguesas y los pasteles de carne y pollo, nos atendió una inglesa jovencita Ally muy risueña y agradable que nos atendió de maravilla..
Nos quedaban ya solo dos días y medio y lo que hicimos fue irnos el primero a Trafalgar Square y ver la iglesia St Martin in the Fields, desde allí fuimos a Coven Garden, nos dimos una vuelta por sus puestos y luego bajamos a Picadilly pasando por el pasaje Burlintong Arcade, con sus tiendas.. seguimos paseando por Doven Street donde en otoño inaugurará tienda Victoria Beckam y bajamos por el Hotel Ritz hasta Belgravia Square  para comer en el restaurante italiano Scalini, en 1-3 Walton Street, paseamos por Eaton Place, donde se rodó Arriba y Abajo, la serie inglesa que nos encantó hace años a todos.
Muertos de cansancio nos fuimos al hotel para descansar un rato y salir a dar una vuelta por los almacenes Harrods y Harvey Nicols y tomamos una cerveza en Paxtons Head,153 de knightsbridge, antes de cenar en el Bar Boulud del hotel Mandarin. Es el bistró favorito de Michael Caine, donde las hamburguesas son su especialidad, yo os digo que es la mejor que me he tomado en mi vida, la mía era con salsa jalapeños, el pan hecho por ellos, el bacon crujiente, y las patatas perfectas. No os la podéis perder, yo a pesar de que me gusta la carne al punto la pedí hecha porque cuando la carne es gorda generalmente la sacan demasiado poco hecha y acerté… Carlos se pidió una con foie y todavía se acuerda… es caro pues la hamburguesa ronda desde las 14 a las 20 libras pero vale la pena ir sin dudarlo.

Ya con un día solo a la vista, nos dirigimos a la Tate Modem y luego al barrio de Shoreditch, se nota que esta creciendo de forma vertiginosa, las calles están en obras, y se mezclan los rascacielos de oficinas con los centros comerciales inmensos y todavía vacíos. Teníamos reserva para comer en el restaurante Fifteen, de Jamie Oliver, en 15 Westland Place. El sitio es muy mono tiene un horno de leña espectacular y comimos un foie y unas habichuelas con salchichas inglesas para chuparse los dedos.

Por la tarde nos fuimos a Slone Square, en la plaza tiene dos pubs muy chulos para tomar algo o tomar una cerveza o un vino en Botanist Colbert lleno a reventar de gente guapa. Dando una vuelta por las tiendas me compre unas manoletinas en Blue Velvet Shoes en Kings Road y me las puse en el acto porque tenia los pies ya cansados. Y con ellas seguimos andando hasta el Soho donde cenamos en un japonés, Inamo, la mesa era la pantalla de un ordenador donde hacías el pedido y lo podías ver proyectado en el plato antes de pedirlo..no era muy bueno pero la verdad,  ¡estábamos sobrealimentados!
El último día antes de coger el avión por la tarde nos fuimos a ver el mercado de productos, Borough Market cerca del London Bridge con sus puestos de comida de todas los países y productos ingleses. Por cierto hacían una especie de paella en la que más bien cocían el arroz, y luego decoraban con los bichos…
De vuelta al hotel para recoger las maletas picamos algo en el bistro Villandry en Great Porland Street, tomamos un vinito en la terracita pues había salido el sol y nos despedimos de la ciudad, hasta nuestra próxima visita y me gustaría que no fuera muy tarde.
ROPA PARA LLEVAR EN LA MALETA
Como el tiempo es cambiante os recomiendo llevar capas de ropa, un chubasquero, tipo los de UNIQLO, para llevar en el bolso y sacarlo si llueve, junto con un gorrito para la lluvia.
También os recomiendo si es verano dos pares de zapatos cerrados y si es invierno botas sin tacón.
La maleta que me hice llevaba un vestido que no me puse y tacones que tampoco me puse, pero es preciso que llevéis un par de vaqueros y cuerpos monos para cenar, será más práctico.
Llevaros camisetas blancas y negras y “Tiritas”, porque lo que toca es patear la ciudad.
Por último si podéis viajad con dos kilos menos de peso pues los vais a recuperar con tanta comida y cena…SEGURO PERO VALE LA PENA IR.