Hacia muchos años
que no estaba en Londres, tal vez 10 años y me encantó volver. Vimos una ciudad
activa y multirracial. Los ingleses siguen siendo tan educados y están muy
acostumbrados a recibir extranjeros; por lo que te acogen muy bien, y más
cuando tienen a tantos españoles trabajando en su país. Nos encontramos con
mucha gente joven que trabajaba en restaurantes, tiendas y hoteles. Todos han
salido de España para buscar formación y trabajo, eso nos ha hecho el viaje muy agradable, aunque también
nos ha recordado la parte negativa de todo ello.
Nos alojamos en el Hotel Melia White
House, en Albany Street, Regents Park y conseguimos un descuento a través de la
tarjeta Melia. Obtuvimos un 15% de descuento adicional llamando al teléfono
902103986. El hotel es muy
agradable, las habitaciones tienen los cuartos de baño reformados y si coges el
nivel Level aunque pagas un poco más, tienes una sala abierta todo el día con
bebidas, té, dulce y algo de salado; además de bebidas alcohólicas que te
permite tomar algún tentempié después de las largas caminatas. El desayuno en
el Level es muy agradable con jamón del nuestro, tortillas hechas al momento y
repostería casera.
El primer día
llegamos al mediodía, era tarde y como ya no nos daban de comer en ningún sitio
pasamos por la planta Level y tomamos algo antes de salir corriendo a patear la
ciudad que era lo que nos apetecía. Así que bajamos por New Portland Street
para llegar a Oxford Street y en la misma esquina nos encontramos con la tienda
Urban Outfitters, compramos unos cacaos en forma de bola y revolvimos todas las
camisetas y vestiditos que tenían. Lo mismo hicimos en Forever 21 una macro
tienda tipo Berska, aunque no nos compramos nada.
Enfrente teníamos
la tienda Uniqlo que tiene unos plumíferos que vuelven locas a las japonesas,
compramos una chaqueta para mí y un chaleco para Carlos, son muy prácticos pues
se doblan y reducen hasta meterlos en una bolsita ideal para ir de viaje y
ponerla en el bolso. Uniqlo va a abrir tienda en Barcelona en otoño en Plaza
Cataluña, con lo que ya no será necesario ir a Londres ni Nueva York para
comprarlos.
Seguimos bajando
por Oxford Street y paseamos por la calle entrando en Banana Republic, J.Crew,
Gap..en todas, el pobre Carlos estaba un poco harto pero… ¡aguanto como un
hombre!
Seguimos en nuestro
entrar y salir de tiendas frenético hasta llegar a Victoria’s Secret, en el 111
de New Bond Street. La tienda es un espectáculo, de luces, de artículos, las dependientas
de todas las nacionalidades son super amables y saben un montón. Yo misma pude
comprobarlo cuando después de dar varias vueltas por toda la tienda decidí
comprarme un conjunto de ropa interior, y me dirigí a una dependienta árabe pidiéndole la que yo creía
que era mi talla y ella con una sonrisa me dijo que si podía medirme para
comprobar mi talla, …ah y cual sería mi sorpresa me indico una talla distinta,
yo no sabía que hacer pero no tenía ganas de probarme así que le hice caso para
no llevarle la contraria pero con la seguridad de que al día siguiente tendría
que ir otra vez a cambiarla. Pues NO, la talla perfecta y el conjunto ideal..
La tienda tiene la parte de abajo para jovencitas bajo la marca PINK..valen la
pena las sudaderas y camisetas.
Luego volvimos y de
camino al hotel ya cansados cenamos en un italiano, Sergio en 84 Great Titchfield Street, tomamos unas
pizzas y disfrutamos de la cena y del paseo posterior andando al hotel.
Al día siguiente
nos levantamos y tras un opíparo desayuno, cogimos el metro hasta Waterloo
para ir al LONDON EYE. Habíamos sacado las entradas por internet y aunque
estaba lleno de gente la cola está muy bie organizada y va rápida. Las vistas
son espectaculares. Merece la pena. De allí cogimos el metro para ir al
mercadillo de Camden Town, no tuvimos suerte porque nos llovió mucho y nos
tuvimos que refugiar en una típica taberna inglesa, Candem Eye en 2 Kentish
Town Road y tomamos fish and chips y onion rings..y me gusto mucho, estaba
mejor de lo que yo me esperaba, o tal vez teníamos hambre. Y claro, bebimos
unas cervezas grandísimas, con lo que Carlos disfrutó bastante.
Por la tarde del
mismo día fuimos al mercadillo de Portobello en Notting Hill, paseamos por los
puestos tan curiosos en los que tienen de todo, desde antigüedades hasta comida
y ropa usada. Pasamos por la casa que salía en la película Notting Hill y nos
hicimos fotos como miles de turistas. Bueno la primera foto en la que
pensábamos que era la puerta aunque luego la auténtica estaba en ptra calle en
el número 280 al lado de una peluquería, y tuvimos que repetir la operación.
Allí descubrí una
tienda All Saints, en Westbourne Grove, de ropa inglesa muy estilosa y que
estaba al 50%, me compre un vestidito muy mono y luego resulto que la misma
tienda esta por toda la ciudad pero no les quedaban tantas cosas como en la que
yo compré. Más tarde volvimos a Oxford Street para buscar artículos de deporte
en Lillywaites en Picadilly Circus.
De vuelta al hotel
antes de entrar en el metro nos encontramos con la tienda del famoso cocinero
inglés Jamie Oliver, en el 92-94 de Notting Hill Gate y Carlos disfrutó con sus
artículos de cocina, libros y cacerolas. Es una tienda con una barra donde
puedes tomar algo en un ambiente agradable.
Ya estábamos
muertos así que pensamos volver al hotel para luego ir a cenar al restaurante
asiático Yauatcha en 15 Broadwick
Street. El restaurante destaca por su gran variedad de dim sum ¡el mejor que yo
he probado! Lo tomamos junto con un vino de Nueva Zelanda y nos relajamos de
una jornada intensa.
Al día siguiente
salimos por la mañana del hotel en dirección a Oxford Street y pasamos por
Marylebone High Street y en el nº 92 encontramos la tienda Fresh de pintalabios,
cacaos, cremas, velas ..es una parada digna de realizar. A continuación pasamos
por los grandes almacenes de Seldfridges, donde tienen de todo.
Por la tarde
paseamos por Oxford Street y entramos en los grandes almacenes Liberty en los
que compré pinturas de Trish McEvoy. Sus polvos, sombras y coloretes son
buenísimos y si haces una primera inversión comprando la caja puedes luego
reponerlos y conservar cómodamente
la caja.
También entramos en
la tienda Pylones en 28 Carnaby Street que tiene artículos para la casa, fundas
de móvil y miles de cacharritos.
Sobre las ocho de
la tarde paramos para cenar en un pub típico inglés al lado de los almacenes de
Liberty, en 34 Kingly Street, Clachan , en la planta baja tiene para tomar
cervezas y el restaurante está en el primer piso. Tomamos un fish and chips,
cervezas y gin tonics. También tenían buena pinta las hamburguesas y los
pasteles de carne y pollo, nos atendió una inglesa jovencita Ally muy risueña y
agradable que nos atendió de maravilla..
Nos quedaban ya
solo dos días y medio y lo que hicimos fue irnos el primero a Trafalgar Square
y ver la iglesia St Martin in the Fields, desde allí fuimos a Coven Garden, nos
dimos una vuelta por sus puestos y luego bajamos a Picadilly pasando por el
pasaje Burlintong Arcade, con sus tiendas.. seguimos paseando por Doven Street
donde en otoño inaugurará tienda Victoria Beckam y bajamos por el Hotel Ritz
hasta Belgravia Square para comer
en el restaurante italiano Scalini, en 1-3 Walton Street, paseamos por Eaton
Place, donde se rodó Arriba y Abajo, la serie inglesa que nos encantó hace años
a todos.
Muertos de
cansancio nos fuimos al hotel para descansar un rato y salir a dar una vuelta
por los almacenes Harrods y Harvey Nicols y tomamos una cerveza en Paxtons Head,153 de knightsbridge, antes de cenar en el Bar Boulud del
hotel Mandarin. Es el bistró favorito de Michael Caine, donde las hamburguesas
son su especialidad, yo os digo que es la mejor que me he tomado en mi vida, la
mía era con salsa jalapeños, el pan hecho por ellos, el bacon crujiente, y las
patatas perfectas. No os la podéis perder, yo a pesar de que me gusta la carne
al punto la pedí hecha porque cuando la carne es gorda generalmente la sacan
demasiado poco hecha y acerté… Carlos se pidió una con foie y todavía se
acuerda… es caro pues la hamburguesa ronda desde las 14 a las 20 libras pero
vale la pena ir sin dudarlo.
Ya con un día solo
a la vista, nos dirigimos a la Tate Modem y luego al barrio de Shoreditch, se
nota que esta creciendo de forma vertiginosa, las calles están en obras, y se
mezclan los rascacielos de oficinas con los centros comerciales inmensos y
todavía vacíos. Teníamos reserva para comer en el restaurante Fifteen, de Jamie
Oliver, en 15 Westland Place. El sitio es muy mono tiene un horno de leña
espectacular y comimos un foie y unas habichuelas con salchichas inglesas para
chuparse los dedos.
Por la tarde nos fuimos
a Slone Square, en la plaza tiene dos pubs muy chulos para tomar algo o tomar
una cerveza o un vino en Botanist Colbert lleno a reventar de gente guapa.
Dando una vuelta por las tiendas me compre unas manoletinas en Blue Velvet
Shoes en Kings Road y me las puse en el acto porque tenia los pies ya cansados. Y con ellas
seguimos andando hasta el Soho donde cenamos en un japonés, Inamo, la mesa era
la pantalla de un ordenador donde hacías el pedido y lo podías ver proyectado
en el plato antes de pedirlo..no era muy bueno pero la verdad, ¡estábamos sobrealimentados!
El último día antes
de coger el avión por la tarde nos fuimos a ver el mercado de productos,
Borough Market cerca del London Bridge con sus puestos de comida de todas los
países y productos ingleses. Por cierto hacían una especie de paella en la que
más bien cocían el arroz, y luego decoraban con los bichos…
De vuelta al hotel
para recoger las maletas picamos algo en el bistro Villandry en Great Porland
Street, tomamos un vinito en la terracita pues había salido el sol y nos
despedimos de la ciudad, hasta nuestra próxima visita y me gustaría que no
fuera muy tarde.
ROPA PARA LLEVAR EN
LA MALETA
Como el tiempo es
cambiante os recomiendo llevar capas de ropa, un chubasquero, tipo los de
UNIQLO, para llevar en el bolso y sacarlo si llueve, junto con un gorrito para
la lluvia.
También os
recomiendo si es verano dos pares de zapatos cerrados y si es invierno botas
sin tacón.
La maleta que me
hice llevaba un vestido que no me puse y tacones que tampoco me puse, pero es
preciso que llevéis un par de vaqueros y cuerpos monos para cenar, será más
práctico.
Llevaros camisetas
blancas y negras y “Tiritas”, porque lo que toca es patear la ciudad.
Por último si
podéis viajad con dos kilos menos de peso pues los vais a recuperar con tanta
comida y cena…SEGURO PERO VALE LA PENA IR.